Netflix decepciona con su torpe adaptación – The Hollywood Reporter
Toda la luz que no podemos ver: una adaptación decepcionante de una fuente rica
Introducción :
Toda la luz que no podemos ver es una serie de televisión adaptada de la novela homónima de Anthony Doerr. Con una actuación radiante de la recién llegada Aria Mia Loberti en el papel principal, la serie presenta una hermosa dirección y una banda sonora conmovedora. Sin embargo, a medida que avanza la historia, las similitudes con el libro se desvanecen y los cambios realizados hacen que la narrativa sea más ruidosa, más torpe y menos rica emocionalmente. Esta adaptación, aunque cuidada, resulta ser un auténtico desastre.
Resumen del libro y personajes principales:
El libro cuenta dos historias paralelas, una ambientada durante la Segunda Guerra Mundial y otra en nuestro tiempo. Marie-Laure, joven ciega desde su infancia, huyó de París con su padre durante la ocupación alemana. Se refugian en la localidad costera de Saint-Malo, donde viven con Étienne, un veterano de la Primera Guerra Mundial que sufre de agorafobia. Sin embargo, el padre de Marie-Laure ha desaparecido, Étienne no aparece por ningún lado y la niña envía transmisiones de radio con la esperanza de comunicarse con él.
Al mismo tiempo, también seguimos a Werner, un joven nazi responsable de rastrear los mensajes de la resistencia en Saint-Malo. A medida que avanza la historia, descubrimos que Marie-Laure y Werner comparten la pasión por un misterioso programa de radio presentado por un “profesor”. Este último les ofrece conferencias semanales sobre la temática del libro y de la serie. Sin embargo, mientras Werner se enfrenta a un complejo conflicto moral, la serie borra en gran medida esta dimensión, haciéndolo menos interesante.
Una adaptación decepcionante:
El director Steven Knight decidió hacer cambios en la historia original para darle más acción, pero estos cambios hacen que la narrativa sea genérica. Los prolongados momentos de suspense, tan característicos del estilo de Doerr, quedaron truncados, despojando así a la serie de la intensidad emocional presente en el libro. Además, el ir y venir entre diferentes épocas y los flashbacks de los personajes son torpes y poco convincentes.
Además, la dirección de Shawn Levy no logra visualizar las ideas del libro. La atención de Marie-Laure al detalle sensorial se ignora casi por completo, y las raras opciones de diseño de sonido se ven eclipsadas por los bombardeos y otros efectos especiales. Los patrones que el padre de Marie-Laure crea para ayudarla a navegar en un mundo que no puede ver no tienen sentido y no están inteligentemente integrados en la trama.
Personajes mal explotados:
A pesar de la convincente interpretación de Aria Mia Loberti como Marie-Laure, su homólogo masculino, interpretado por Louis Hofmann, parece no tener un buen reparto. Hofmann parece demasiado mayor para interpretar el personaje, lo que socava la excusa de sus vínculos nazis. Otros personajes que desempeñan papeles clave en el arco de Werner han sido borrados o minimizados en la serie, lo que hace que su viaje sea menos convincente.
Conclusión y opinión crítica:
Adaptar una novela ganadora del Premio Pulitzer parece una tarea difícil. Desafortunadamente, Toda la luz que no podemos ver no logra capturar las deliciosas complejidades sensoriales del libro. A pesar de la notable actuación de la joven Aria Mia Loberti, la serie rápidamente se vuelve genérica y omite algunos de los elementos más interesantes de la historia. Los cambios realizados hacen que la historia sea menos rica emocionalmente y los intentos de representar visualmente las ideas del libro fracasan.
Fuente: www.hollywoodreporter.com