“Revisión de ‘Pain Hustlers’: el drama de opioides de Netflix mezcla remedios”.
La crisis de los opioides ha sido un tema grave y preocupante durante muchos años. Entonces, ¿cómo se hace que esto sea interesante en una película? ¿Realmente podemos hacerlo? Esto es lo que intentan hacer el director David Yates, el guionista Wells Tower, la actriz Emily Blunt y Netflix con su película “Pain Hustlers”. Este drama de suspenso farmacéutico intenta combinar la seriedad de una película comprometida con el exceso seductor de un crimen real al estilo Scorsese. Y contra todo pronóstico, funciona, al menos hasta cierto punto.
La historia de “Pain Hustlers” se basa en un artículo del New York Times de 2018 y un libro posterior escrito por Evan Hughes. El guión de Tower se inspira en este artículo y cuenta la historia de cómo una pequeña empresa farmacéutica llegó a las grandes ligas sobornando a los médicos para que les recetaran su potente analgésico a base de fentanilo, Subsys. Pero lo que hace que esta película sea tan cautivadora es el personaje principal, Liza Drake, interpretada por Emily Blunt. Liza es una madre soltera desesperada que ve en esta venta de drogas una oportunidad para escapar de su precaria situación económica. Se inspira tanto en Erin Brockovich, la famosa denunciante interpretada por Julia Roberts, como en Jordan Belfort, el personaje interpretado por Leonardo DiCaprio en “El lobo de Wall Street”. Es esta dualidad lo que hace que sea tan interesante seguir a Liza a lo largo de la película.
“Pain Hustlers” muestra cómo Liza asciende en las filas de esta empresa corrupta y logra salvarla mediante tácticas de ventas poco ortodoxas. Una de esas tácticas es organizar reuniones patrocinadas en las que se paga a los médicos para promocionar los productos de la empresa. Esto ayuda a eludir los límites legales, pero también crea una crisis de sobredosis cuando se recetan medicamentos potentes a pacientes que no los necesitan. Liza se enfrenta entonces a un dilema moral: seguir beneficiándose de su éxito o asumir la responsabilidad y luchar contra los excesos de la industria farmacéutica.
Emily Blunt ofrece una actuación convincente como Liza. Es impresionante su capacidad para navegar por diferentes aspectos de su carácter, desde la desesperación de su vida personal hasta la ambición de su trabajo. Desafortunadamente, Chris Evans, como Pete Brenner, no respalda la actuación de Blunt. A su personaje le falta profundidad y parece abrumado por la complejidad de la historia. Es una pena, porque una mejor química entre los dos actores habría reforzado el impacto emocional de la película.
Hablando de impacto emocional, “Pain Hustlers” a veces carece del poder para describir completamente los estragos de la crisis de opioides. Algunos personajes secundarios sufren una sobredosis, pero eso no es suficiente para representar la magnitud de esta catástrofe humana. Sin embargo, la película consigue poner de relieve la corrupción y los abusos del sistema sanitario estadounidense que permiten a estas empresas farmacéuticas actuar con total impunidad.
En general, “Pain Hustlers” es una película entretenida que brinda información sobre el impacto de la crisis de los opioides. Ciertamente hay ciertos elementos que podrían haberse explorado con mayor profundidad, particularmente en lo que respecta a las consecuencias humanas de esta crisis, pero la historia sigue siendo cautivadora y la actuación de Emily Blunt es digna de admirar. Si tienes curiosidad por saber más sobre este lado oscuro del capitalismo estadounidense, te recomiendo ver “Pain Hustlers” en Netflix ahora.
Fuente: www.polygon.com