Serie de detectives con Clive Owen: una gran decepción
Una leyenda transpuesta en el tiempo y el espacio
Para un personaje que está en el centro de una historia completa, El halcón maltés, Sam Spade dejaría su huella en el mundo de la ficción policial. El libro de Dashiell Hammett y la adaptación cinematográfica de John Huston de 1941 protagonizada por Humphrey Bogart ocupan un lugar enorme en el género detectivesco, hasta el punto de que Spade es tan famoso como Philip Marlowe y Mike Hammer, quienes aparecieron en muchas más novelas y películas a lo largo de los años. Sin embargo, el Sam Spade que aparece en la nueva miniserie Mr. Spade ya no es la leyenda que conocemos. La historia comienza en la campiña francesa de 1955, lejos de su universo original.
Spade, interpretado por Clive Owen, tiene la tarea de entregar a una niña llamada Teresa a un desagradable padre francés que nunca conoció. Nadie lo conoce allí. Después de presentarse ante la policía local, uno de los agentes susurra en francés: “Samuel Spade. Nombre ridículo”. El caso no sale como Spade esperaba, pero la hermosa ciudad de Bozouls, así como la viuda Gabrielle (Chiara Mastroianni), que le ofrece llevarlo después de que choca su coche, le atraen mucho. Y de repente, estamos en 1963, Spade nunca ha regresado a su hogar en San Francisco y está disfrutando de la dulce vida en la gran propiedad que heredó de Gabrielle, quien desde entonces murió. Aunque los lugareños conocen su antigua profesión, hablan de ella casi con ironía, porque parece muy contraria al jubilado relajado que ahora conocen.
Un nuevo acercamiento al personaje icónico
La idea de separar al famoso detective de la época y el lugar por los que es más conocido surgió de un par de creadores aclamados: Scott Frank y Tom Fontana, que reunieron un reparto excepcional y una trama original en torno a un personaje inmortal. Desafortunadamente, la miniserie nunca logra justificar la idea de colocar a un Spade mucho más viejo tan lejos de su entorno natural.
Una trama compleja
Como este tipo de aventuras, el misterio es increíblemente complejo. Se trata de secretos enterrados desde la Segunda Guerra Mundial, así como el conflicto más reciente entre Francia y Argelia, sociedades secretas dentro de la Iglesia Católica, espías británicos, la complicada relación entre Spade y la adolescente Teresa, gánsteres, facciones rivales dentro del ejército francés y una Chico mudo buscado por todos por diversos motivos.
Altas expectativas para nada.
Desafortunadamente, la miniserie no logra estar a la altura de todo este talento combinado, ni justifica el desplazamiento de un Spade mucho mayor. Carece de encanto, a pesar del magnetismo de Clive Owen. Spade parece en paz con su nueva vida, sin muchos conflictos internos o externos. A pesar de las interesantes referencias al pasado de Spade, la serie carece de vigor.
Una historia demasiado complicada.
La complejidad de la trama significa que pasamos menos tiempo con Sam Spade de lo que sugiere el título. Si bien algunas de las actuaciones son interesantes, la falta de atención al personaje central es obvia. A pesar de todo, Spade parece en paz con su nueva vida, sin muchos conflictos internos o externos. Algunas de las referencias a El halcón maltés son divertidas, al igual que algunas de las actuaciones secundarias.
Una decepción como conclusión.
Mister Spade es, en general, una gran decepción, dada la calidad del reparto y la trama original. Su emisión en AMC, AMC+ y Acorn comienza el 14 de enero, pero los seis episodios carecen de la energía y el humor esperados. Es lamentable que talentos así desaparezcan de esta manera.
Fuente: www.rollingstone.com