¿Verlo o seguir adelante?
Un nuevo reality show de Netflix introduce la competencia de la avaricia poniendo a prueba a 11 concursantes. Cada concursante debe decidir si prefiere mantener una actitud de equipo o si votaría para eliminar a otro concursante en un esfuerzo por asegurarse una mayor parte del premio mayor. Somos testigos de las travesuras, tensiones y alianzas en una casa moderna en un acantilado del océano. Los participantes están divididos sobre si confiar en los demás, a medida que comienzan a surgir secretos personales. Para aumentar la complejidad, los candidatos se beneficiarán del acceso a una “bóveda” donde tomarán una decisión que puede beneficiarlos personalmente o como grupo. La serie parece una mezcla de Gran Hermano, Los Traidores y El Topo.
Los candidatos demuestran comercialismo y deseo de obtener la mayor parte del premio, lo que dificulta la unidad del grupo. Sin embargo, esta dinámica competitiva es predecible y el programa lucha por captar el interés del espectador. El espectáculo podría ser más corto, ya que las discusiones sobre la confianza se vuelven repetitivas y las escenas de dibujo están demasiado desarrolladas para el efecto dramático deseado. A pesar de esto, la presentadora Brooke Baldwin hace un buen trabajo presentando el programa, pero son principalmente los concursantes los que atraen la atención. En resumen, el programa muestra un potencial limitado y puede resultar aburrido para algunos.
Fuente: decider.com